Vacaciones de Invierno

UNO

Cazurros. Qponm delira y se pone a jugar en el teatro, fuera del teatro, cantar las canciones poniendo caras, escucharse entonar, recrear situaciones, inventar otras, confrontar sus propias opiniones con la realidad. Me gusta ir a muchos teatros, dice.

DOS

Vuelvo a hacer los 400 km que lo separan de su abuela para volver a confirmar que hacen una pareja fantástica. Para ver como se desviven el uno por el otro, Regalos, dejarse abrazar, jugar con el abuelo, ponerse su gorro del ciclón como máscara del hombre araña y llenar toda la casa de hilos que cruzan de mueble a mueble como si fueran telarañas, y salir sin rumbo fijo campo traviesa a descubrir otras casas otras plantas, otros animales, otros mundo posibles, tener muucho frío y muucho calor, vestirse como a él le gusta, con su gorro y sus remeras superpuestas, y no parar hasta quedar dormido en mis brazos, para despertarse a la mañana en mi cama y abrazarme. Y volver a salir y correr perros de playa y descubrir que las piñas crecen en los arboles.


TRES

Desandar todo el camino repasando los momentos top de las vacaciones de invierno, juegos de Rattatouille incluidos para volver a abrazarme. Y ver, al fin!, la luna perfectamente redonda, y querer que no se haga de noche nunca mas y sugerir que doblemos siempre para el lado contrario al que tenemos que ir porque marca el fin del recorrido, el fin de las vacaciones, el momento de la separación, sosteniendo que otras cosas para ver "para allá", y descubrir que su madre no está en su casa como dijoy que se caiga el alma al piso, porque está parado frente a la puerta indefectiblemente cerrada, con su disco de Cazurros en la mano, y volver a remontar el animo para volver a confirmar que contarle todo a su madre es inútil e infructuoso porque no hay eco. Y sostener ese edipo chiquito que es una tarea ciclópea de tergiversar buenamente los recuerdos, para que su madre figure, recordar que le dio tomate y jugo de naranja, ponerla en lugares donde no estuvo y bancarse que, con mi mejor sonrisa, le cuente como fueron las cosas. Abrazo de oso (dos veces, gracias a que no estaba donde debía) y a extrañarnos un poco.