Madres

Llegamos tarde a la clase abierta, yo iba pensando en que cara poner mientras arengaba constantemente a Qponm con el hecho de que iba a ver sus clases de Ingles y Computación y él pensando solo en la foto escolar que se posterga indefinidamente. Trepamos hasta su sala primero, descargamos la mochila, el gorro y la campera y corrimos hasta la sala de computación. Qponm vio a sus amigos y bastó que me los marcara para que me lanzara hacia la puerta, la abriera y entrara encontrándome de frente con las 10 caras femeninas mirándome sonriendo. Qponm y yo quedamos congelados mientras yo pensaba: Un padre, un padre, un padre.
Nada. Solo el papá de V. que asume su papel de actor secundario y habla en código de gerente y que se encuentra con respuestas rebel de mi parte. Trato con ellos todos los días. Prefiero las madres que, por otro lado, adoran al gordo. Dudé en saludar a todas y tengo para mi que cada una piensa que no la saludé solo a ella. Son así, son madres y tienen un lenguaje propio en el cual no entro. Soy, en todo caso, el amoroso padre divorciado al cual todas sonríen con ternura pero con el cual no hablan de nada serio. Salvo que las interpele. Salvo que...no haya mas que eso que yo veo. Y nadie se preocupe realmente por nada.