Friday, March 21, 2008

Qponm dice:

Imaginate Papi que hay una escalera y que se sube y maginate que este es es el baño, imaginate Papi, te maginás? Te estas maginando? Imaginate que esta es la cama y maginate que por una escalera se baja a la cocina Y maginate que hay una puerta y maginate que se pasa por la puerta a la...

Tuesday, March 18, 2008

Código de barras


Es la segunda librería en la que entramos. En la primera pidió juguetes. Sin éxito. La segunda que elegí no tenia juguetes. A propósito. Estamos buscando un libro que nos leyó Nyla y con el que estamos encantados. Qponm entiende que esa tarea es mía y se entretiene mientras yo me dirijo a la caja a preguntar. Tampoco lo tienen.
Voy a buscarlo al fondo y me lo encuentro delante de una computadora con un lector de código de barras quizás tratando de descifrar de que se trata, No tiene el aspecto de alguno de los sistemas operativos que conoce. Tal vez el lector mismo le parece un robot con ese haz de luz roja que sale por la ranura. Ya está en la edad en la que no puedo predecirlo. Y eso me encanta.
Le enseño a usar el lector. Se pone el código delante del haz de luz rojo y la pantalla dice cuanto sale.
Dos minutos después, Qponm va por el décimo libro al cual le averigua al precio y no parece que vaya a parar, porque arroja los libros en cualquier lugar solo para agarrar otro cualquiera y enfrentarlo con mucha precisión hasta que escucha el beep y entonces gira la cabeza y poniendo las manos hacia arriba espera con cara de interrogación sobreactuada a que yo diga por ejemplo: veintiséis. O ciento ochenta y nueve. O treinta. Y eso le parece divertidisimo.
Le sugiero que veamos si hay algún libro para chicos que podamos comprar. Sugerencia que mi hijo interpreta como: hay que traer los libros de chicos hasta el código de barras, escuchar el numero y esperar una afirmación de su papá. No importa el libro, importa la mecánica compleja de comprar.
Qponm trae literalmente cualquier cosa que elige por los colores y corre al lector escucha el beep, me mira y escucha una serie de argumentaciones de porque no ese libro, ni ese otro.
Desazón de Qponm. Evidentemente su padre no entiende de que va la cosa. Finalmente aparece con lo que el llama. El ultimo libro de Winnie que no es otra cosa que el primer libro de La Bruja Winnie en cuya tapa puede leerse "Más de un millón de libros vendidos".
Lo deslumbra la idea de tener el primero de todos los libros de Winnie. "La empezada" como lo llama él. Es el original de el cuento que más le gustaba de su cuaderno de cuentos de sala de 3. Una joya. Tan deslumbrado está que no puede aguantar hasta que lleguemos a casa para que se lo lea y termino leyendoselo en medio de la cerrajería por la que tenemos que pasar después, extendiendo cinco pesos hacia mi espalda sobre el final del cuento.
Creo que tengo que corregirlo porque se queja de que en el jardín no se lo contaron completo. Acusa a la jardinera de sala de 3 de haberselo adaptado y yo recuerdo que casi exactamente igual. Inútil. A las nueve me sorprende mostrandome que en la tele dan una película de dibujitos muy buena. Película que se interrumpe porque quiere que le lea de nuevo "la empezada de Winnie" sobre el que hace una catarata interminable de "imaginate"s y que termino de ver solo, sólo para descubrir que la dirigió Brad Bird. The Iron Giant, de 1999, cuatro años antes de que él naciera.

Friday, March 7, 2008

Zoo

Cae una lluvia finita arremolinada por el viento, los chicos está mas que contentos y caminan dando saltitos. Las madres me miran como si las hubiera metido en el medio del diluvio universal. Yo sonrío a mis anchas porque mas allá de lo que suceda de aquí en mas, estamos donde quiero que estemos. En el cumple de Qponm en el Zoo. Una semana después. El día en que las lluvias terminan.
Seco algunos chicos con mi mano. No tengo otra cosa. No hace frío. Handy de por medio, una coordinadora me avisa que hay dos madres que llegaron tarde y ni quieren entrar ni quieren dejar los chicos si no es a mi. Pongo cara de será posible mientras escucho a Cris preguntar: Quienes son?.
Le aviso a mi hijo que voy a buscar dos amigos y salgo fuera del serpentario, donde nos habíamos refugiado. Ya no llueve y comienza a salir el sol. Llego al trote las miro y simplemente les digo: Es hora de que lo sepan, mi vida es así.
Las madres dudan de mi cordura, no saben si dejar a los chicos.
- Vamos a ver animales?
- Si, yo soy un mono! - Grita una nena.
La otra se pone a elegir cuidadosamente que animal quiere ser.
Otra, mas grande, de guardapolvos blanco, hermana mayor de una de las compañeras de Qponm, me dice: Yo quiero ir con vos. Lo tomo menos como un halago que como una declaración de hartazgo acerca de su madre.
De vuelta en el serpentario le aviso a la coordinadora que ya hay sol que nos vamos afuera y le canto los nombres de las nenas para que les haga cartelito. Estoy a cargo.

No hay casi nadie en el Zoologico, los animales salen respirar el aire húmedo atravesado por rayos de sol, el grupo de chicos avanza cantando y sus gritos se pierden en el aire, mas allá de las copas de los arboles. Qponm apenas se anima a poner la yema de su dedo indice sobre el lomo de un rinoceronte.
Respiro. A veces es con tan poco, digo, con tan poco.

Saturday, March 1, 2008

Cinco

UNO
Qponm salta a mis brazos mientras charlo amigablemente con su abuelo materno en la puerta de la casa de su madre. Es casi el único de mi ex familia política con el que tengo buena relación. Hace algún tiempo que planea irse a vivir a Córdoba y trata de convencerme de que le lleve a su nieto de visita cuando lo haga. Me felicita por los cinco años de paternidad. Yo sostengo, sin entrar en detalles, que es el cumpleaños de Qponm y no mío.
- Algo habrás tenido que ver en este asunto- dice mirando al niño en mis brazos.
Yo, que no puedo con mi lengua filosa, contesto viendo avanzar a su madre por el pasillo hacia nosotros:
- Eso espero.


DOS
Qponm sonríe a sus anchas detrás de su torta del Ciclón luego de apagar las velitas. No pensé en la cámara de fotos así que no hay registro de ese glorioso momento. Manoteo mi celular mientras el resto repite la canción y y la soplada una y otra vez al tiempo que yo disparo la cámara que me devuelve una imagen irremediablemente verde. Prendo la luz. Crimo le hace a Qponm de clawn. No hay caso. Solo queda en la memoria.


TRES
Me despierto a las 5.30 am y llueve. Es el día del festejo con os amigos en el Zoo. Aguanto hasta el mediodía, hasta que se larga definitivamente una tormenta de aquellas. Los padres me llaman para saber si se hace o no. La TV transmite imágenes de la cuidad inundada. Qponm se levanta, ve todo el cuadro y hacemos chistes sobre el diluvio universal y los animales.


CUATRO
Tiene 10 ml de Ibupirac y aún sostiene que el oído le duele. Corre por la sala de espera de la guardia reconociendo los juguetes que ve desde que era un bebé. Se niega a hablar con la pediatra y se equivoca cuando le muestra cuatro dedos mientras se trepa a la camilla.
Un rato después llora en Otorrino cuando le quitan el tapón de cera del oído pero no se mueve. Otitis media. Lo abrazo y lo felicito por haberlo aguantado. Pone voz de bebé para pedir juguetes.


CINCO
Llegan mails de algunos padres reclamándome porque no organicé un paseo en bote. La play de la casa de la madre quedó bajo el agua y Qponm quiere venir a casa a jugar con la cumpu. Bajo linea acerca de la relación entre lo material y los afectos. Recuerdo a mi padre llevandome en el auto al medico cuando yo tenia su edad y el la mía. O casi. Hay restos de Mc Donald;s por todo el auto, botellas de gaseosas en la heladera, juguetes por toda la casa, comeremos sandwiches por algunos días. Mi hijo practica en un simulador de vuelo instalado en lo que cree que es su propia computadora.