Thursday, June 19, 2008

Juguetes




Y un día los descubrió, fue después de cuatro días de volar de fiebre, como la otra vez pero esta vez en Buenos Aires, con la posibilidad de dejarlo, aunque sea un día, en las manos irresponsables de su madre y descubrir que puede sobrevivir. No quería irse. Pero lo hizo y continuó mejorando, el virus finalmente parece que se va. Y volvió. No a la tele y la compu, sino a zambullirse en su pieza al grito de: Pero tengo muchos juguetes! Sacó el árbol de los monos, las hojas numero seis de Nyla sobre las que me dedicó otros muchos dibujos donde estamos él y yo, el pasto, el cielo y el sol, temperas, lápices, el ring de 100% lucha con los dos luchadores, los Mis Ladrillos, dos autitos de madera, los edificios armados con cajas que nunca terminamos de pintar a los que le dibujó diminutas ventanas que tuve que completar yo, y se durmió en mis brazos extenuados, mientras terminaba Brasil- Argentina, con plena conciencia de lo que hacia, luego de decir que odiaba a ese jugador de camiseta amarilla y comerse un cuarto de pizza cortado en porciones decoradas con caras de rata que vimos en un libro de cocina para niños.
Nunca sabré como recordó todo, supongo que estuvo siempre allí. Todo lo que dije y compré. Todo lo que insinué y ofrecí. Me reconoció todo el una tarde.
Si, necesito dormir.