Conurbano

Es la madre del vecino del primero. Una mujer de alrededor de 70 años que vive con él y que resultan ser casi los únicos vecinos que escapan a la tilinguería tan clásica del Soho.
Está, dentro de un auto estacionado en doble fila, esperando al hijo que se había cruzado conmigo en el porche cargado de bolsas de super y al que le había abierto la puerta de calle del edificio rápidamente porque, según le comenté, conozco la sensación de que se te cortan los dedos con las manijas de las dichosas bolsitas.
Yo estoy en esos días a los que Qponm llama días musicales o días de música. en los que canto a los gritos y pongo música a volúmenes de conurbano. En general son días de sol en los que me siento especialmente bien y todo me chupa un huevo.
Giro por delante del auto luego de cerrarle la puerta a Qponm y aprovecho para saludarla con la cabeza al tiempo que escucho que me dice: Feliz día de la madre!
Agradezco automáticamente mientras me río y se me abren pensamientos como cajas chinas que tienen que ver con la idea de que ciertas funciones son paternas otras maternas, con la creencia de mi hijo de que todos los padres hacen lo que yo hago, con el lugar desde donde la amable señora dice lo que dice, tanto desde el sentido común como de su propia historia.
Pero como estoy en un día de música simplemente me subo al auto, comento con Qponm algunos de estos pensamientos, nos reímos juntos un poco y ponemos Rihana y nos vamos por calles de casas bajas y asfaltos mal emparchados, donde por suerte hay sol y nadie le importa mucho que pase un Renault 12 lleno de stickers con la música a todo volumen.